Una tortilla que se hace en 3 minutos y que solo tiene como límite tu imaginación.
Tenía muchas ganas de publicar esta receta, pero me he dedicado a procrastinar y hacer otras cosas, al fin y al cabo no veo mayor homenaje a una elaboración con el adjetivo "vaga". Y si quería hacerla y publicarla es porque reúne dos de las cosas que más me gusta hacer: huevos y el vago…
A ver, que tampoco es del todo cierto, que lo de esta tortilla yo la llamaría “ la tortilla eficiente” que esto de “vaga” nos quita glamour y a”likes”... ¿O no?.
La primera vez que supe de este concepto fue en Sacha y no he hecho mi versión hasta que no han pasado unos años y la fase de grupos del mundial, que uno será vago, pero tiene sus prioridades.
¿En qué consiste?, Pues nada más fácil, bates dos huevos, los echas a una sartén caliente con unas gotas de aceite, los cuajas solo por un lado y lo pasas a un plato para incorporar por encima los ingredientes que más te molen.
Un ejemplo: antes de incorporar los huevos, pochas media cebolleta y un diente de ajo en la misma sartén en la que vas a echar los huevos, sobre ellos unas lascas de parmesano, y un poco de vadouvan. Apartas del fuego y sirves al plato donde rematas con pimienta rosa, chile coreano y un poco de fiambre bueno (longaniza, por ejemplo).
O… una lata de caballa en aceite de oliva virgen extra, pimienta verde, cebolleta morada.
Os daría más ideas, pero me voy a ver la segunda parte del Francia - Argentina.
El punto se lo das al gusto, la verdad es que las mías estaban menos echas de lo que se ve en las fotos, consecuencia de esperar a hacer las fotos.
Algo muy importante que debes tener en cuenta hace referencia a la sartén, debemos procurar utilizar una que no tenga unos bordes muy verticales o nos costará mucho que deslice la tortilla hacia el plato, mejor una con los bordes muy inclinados y abiertos.
Por cierto, las fotos son de mi perfil de Instagram, no me apetecía nada ponerme a editar fotos especiales para esta entrada.
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