Tres cócteles con vermut [y un poquito de historia]

Vermut, hielo y seltz. No hace falta mucho más para ser feliz… ¿o quizá sí?. Vamos a visitar algunos de los grandes cócteles con vermut.


Por Capitán Rábano:


Vamos a hablar de algunos famosos cócteles elaborados con vermut dulce, en el caso del seco nada puede superar a un Dry Martini.

Y de paso vamos a hacer un poco de historia con la ayuda del gran libro del Vermut de François Monti. Donde se hace un repaso enciclopédico de esta bebida, desde su elaboración, a su historia e incorpora recetas de cócteles y anécdotas de gentes y lugares.

Vamos al lio. Cócteles con vermut.




Milano - Torino (americano):


También conocido por MiTo, es un aperitivo muy popular en el que el contraste que se produce entre una bebida dulce (vermut) y un bitter (Campari); una de Milan(o) y otra de Turín (Martini) mezcladas a partes iguales (mezzo-mezzo) y servido en un vaso con hielo con twist de naranja lo han convertido en uno de los grandes hits de la historia de la mixología.

Hay varias versiones de la historia que cambió el nombre de MiTo a americano, yo me voy a quedar con una que dice que durante la época de la ley seca en Estados Unidos se hizo extraordinariamente popular (la prohibición no incluyó a las bebidas alcohólicas medicinales, como el propio vermut) y los ciudadanos de ese país lo pedían sistemáticamente en sus vacaciones en Italia (el toque amargo en la mixología italiana era más tradicional conseguirlo con angostura), de ahí que el nombre original se fuese tornando al de “Americano”, proceso durante el que, además, en algún momento apareció la soda.

Por cierto, uno de los grandes bebedores de la literatura, nada más y nada menos que James Bond, pide un americano en la novela Casino Royale, es decir, es la primera bebida del agente secreto.


Marianito:


Uno de los grandes hits de la historia de la coctelería. Para mi lo tiene todo. Es sencillo, de trago agradable, facilmente reproducible y personalizable.

Típico en Bilbao, dónde se servía tradicionalmente con una aceituna en palillo plano y se acompañaba de una gilda.

No necesitamos más que un buen vermut, y un golpe de una buena ginebra, aunque una de sus ventajas es su fácil personalización por lo que, a día de hoy, hay tantas recetas como barmans y es muy frecuente que se le añada un toque de Campari, angostura, soda, etc... elementos que no hacen sino acercarlo al Negroni.




Negroni


En una evolución del Mi-To se le incorporó un tercer ingrediente, la ginebra, de modo que aumentamos la graduación y disminuimos el dulzor.

Cuentan que si una historia es demasiado buena, es probable que sea falsa, esto me viene a la cabeza cuando se dice que este cóctel lo inventó un conde italiano de biografía aventurera y del mismo nombre que, un poco harto de beber siempre MiTo,  le propuso al barman que le añadiese ginebra y a partir de entonces acudió todos los días al bar a pedir "lo de siempre" y de ahí se bautizó como Negroni.

Pero lo cierto es que la historia hace aguas porque no aparece la receta en Italia hasta los años 60, cuando resulta que ya se había publicado en libros franceses y, pásmate, la referencia más antigua es una receta cubana. Pero ojo, que hay quien aporta pruebas e incluso fotografías del famoso conde y su bebida favorita (por cierto, decía que no convenía beber más de 20 negronis al día...).

Si bien la ortodoxia habla de mezclar los tres ingredientes en la misma proporción y servirlos en un baso ancho y bajo (old fashioned), siempre podemos jugar; por ejemplo, aumentando el bitter del Campari, subir vermú, bajar gin… una opción interesante es añadir zumo de naranja.



La variante más famosa consiste en sustituir la ginebra por un espumoso (champagne, cava o lo más purista, prosecco) y obtenemos así un elegante negroni sbagliato. Y oye, ¿por qué no cambiamos por tónica?.


Capitán Rábano

Gastronomía, ocio, viajes, nutrición y buena vida en el más amplio sentido

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