Cocina sana, rápida, sabrosa, infalible... todo eso y mucho más en esta receta de sabores y texturas que combinan a la prefección
Por: Capitán Rábano.
Sigo en formato sanote, #healthyfood para los postureantes, y ya he perdido 6 kilos en 25 días. La verdad, sin hacer nada muy especial ni grandísimos sacrificios (salvo el de limitar el aperitivo y sí, es duro) y sigo sin tener tiempo, así, en general. Es cierto, no tengo tiempo, no ya para hacer una o dos cosas, no, es algo absoluto, no tengo tiempo.
Cuando se vive así, es fácil caer atrapado en las redes de la comida procesada que, supuestamente, te ayuda porque "te lo pone fácil" y no pensamos en las consecuencias para nuestra salud que a medio y largo plazo tiene abusar de este tipo de alimentación.
Por otro lado, calentar algo precocinado nos impide disfrutar de la experiencia enriquecedora cultural y personal de aprender a cocinar, profundizar, investigar y llegar a la conclusión de que, a veces, no es necesario invertir mucho tiempo en la cocina para alimentarse bien y de que, siempre, la comida saludable debe ser, también, apetecible.
Y de eso va este post, de ofreceros una receta que se realiza en cinco minutos y que te proporciona nutrientes y goce al paladar a partes iguales. Eso sí, se necesita un poco de fondo de armario de especias, lo cual es algo absolutamente recomendable y un mundo en el que si entras, ya no sales, también se necesita disponer de algún producto fresco, como es natural, pero si estableces rutinas de consumo y adquieres las cantidades apropiadas, no debería ser un problema y nunca deberías tener que tirar productos frescos estropeados.
Sí, también es verdad que le estoy dando mucho últimamente al halloumi, no es un queso que vaya a pasar a la historia de la excelencia ni a poblar las mesas de grandes restaurantes, pero es apropiado al fin que busco: es poco graso y puede asarse sin fundir.
Ingredientes (para cuatro personas)
200 g de queso halloumi.
Un pepino grande (o dos pequeños).
12 tomates deshidratados en aceite.
El tallo de 2 cebolletas.
16 aceitunas negras sin hueso.
Chiles al gusto (esto no es optativo, no me vengáis con que si no me gusta el picante o que si la abuela fuma).
Dos cucharadas de alcaparras.
Lima (ralladura y zumo, yo, además, he añadido unas hojas de lima kaffir).
Pimienta sansho.
Aceite de oliva vigen extra (he utilizado Morainsa D.O. Montes de Toledo).
Elaboración:
Ahí va... en serio, poco más de cinco minutos.
1.- Ponemos a calentar una sartén a fuego muy fuerte y troceamos el halloumi en dados. Cuando la sartén esté muy caliente incorporamos el queso.
2.- Mientras vigilamos y removemos de vez en cuando el queso, pelamos y troceamos el pepino, cortamos las aceitunas, los tomates deshidratados, los tallos de la cebolleta y el chile (esto en último lugar, ya sabéis, si además queréis que pique menos, quitadle las semillas).
3.- Cuando el halloumi esté dorado, lo retiramos de la sartén, pasamos a un cuenco y mezclamos con los vegetales. Aliñamos con pimienta sansho recien molida (combina fantásticamente con el queso), alcaparras, zumo de lima y aceite de oliva virgen extra.
4.- Emplatamos y añadimos ralladura de lima por encima... a lo loco, sin medida.
Consideraciones:
Como véis no he añadido sal, el halloumi se conserva en salmuera y por tanto es un queso salado.
La pimienta sansho es relativamente fácil de encontrar, si la probáis ya no podréis vivir sin ella, va muy bien con pescados y con quesos blancos.
Tengo entendido que la diferencia entre la sichuan y la sansho es el origen. China la primera y japonesa la segunda; pero al fin y al cabo las dos son vainas de semillas de determinados arbustos característicos por su toque cítrico...bla bla...
ResponderEliminarYo uso mucho la sishuan, y suele tener afectos anestesiantes en la boca si te pasas con la cantidad!! Ocurre igual con la sansho??
NOTA: Guindillas con semillas siempre. Y lima como para una boda (o dos)