Una receta sencilla, vistosa y saludable que es una base ideal para elaboraciones más complejas que tienden a un número infinito.
Por Capitán Rábano:
Una tostada sencilla, sabrosa, barata y nutritiva. ¿Alguien da más?
Tiene un nivel de dificultad comparable al de atarse los cordones (de la forma sencilla y tradicional, no me vengáis con exotismos de youtubers japonesas) y muy pocos ingredientes.
Además es saludable, bonito, huele de coña Y es una excelente base para elaboraciones más complejas, por ejemplo, añadiendo especias o picante al tomate y a la tosta le iría muy bien, por ejemplo, un bacalao ahumado o salmón o, por qué no, un buen jamón ibérico.
Ingredientes:
- Pan (a tu gusto, de miga compacta que sea resistente)
- Tomate natural triturado.
- Calabacín.
- Queso para fundir (mozzarella, parmesano, etc…)
Elaboración:
1.- Lo primero es hacer unas rebanadas de pan a nuestro gusto: integral, semillas, etc. Lo importante es que tenga una miga compacta para sostener el tomate. Vamos a tostarlas, pero muy poco, porque van a acabar en el horno, se trata de que adquieran un poco más de consistencia. Reservamos
2.- Necesitamos un buen concentrado de tomate. Podemos partir de uno comercial o hacer nosotros mismos nuestra passata, lo cual tiene la ventaja de poder perfumarla a nuestro gusto añadiendo hierbas (tomillo, orégano, albahaca, guindilla, etc). Podemos hacer mucha cantidad y conservar, que esto dura poco porque le vais a dar uso en pastas, guisos, etc. Además, el concentrado comercial lleva sal y algunos azúcar añadido.
2.- Untamos las rebanadas con el concentrado de tomate (podríamos frotar ajo en el pan)
3.- Cortamos rodajas muy finas de calabacín, bien con una mandolina o bien presumiendo de técnica con el cuchillo. Las disponemos sobre el tomate cubriéndolo por completo.
4.- Rallamos queso para fundir sobre el calabacín de forma masiva y cuando digo masiva, quiero decir "como para una boda".
5.- Introducimos en un horno precalentado a 210 ºC lo colocamos a media altura y en muy poco tiempo se va a fundir el queso, así que no te pongas a hacer otra cosa, vigila, porque esto va rápido. Si quieres, puedes poner el gratinador el último minuto y retirar cuando veas que ha alcanzado el color deseado.
Consideraciones:
Como digo, se puede enriquecer de mil formas, pero en esta versión simple está muy buena.
No he puesto sal, irá en función del queso utilizado y de si habéis salado o no la passata.
Me encanta la idea de esa tosta :) Perfecta para una cenita rápida y sana. Eso sí...¡¡¡le sigue faltando queso!!!
ResponderEliminarJajajajajaj.... ¡Siempre falta queso, nunca es suficiente!!!
Eliminar¡Que pintaza tiene eso!. Si es que quien no come bien, es porque no le da la gana.
ResponderEliminarMuchas gracias, y salud.