Tagliatelle bloody mary [combinación infalible]

Pasta, bloody mary y almejas hacen una combinación realmente infalible. Si pruebas te convencerá, palabra.


Supongo que desde el momento en que se utiliza tomate en una salsa para pasta, hubo algún cocinillas resacoso y hambriento que pensó en curar sus males de una vez con una receta sencilla, nutritiva y con mucho carácter. Vamos, que hizo dos más dos y sabiendo que no hay nada como un buen bloody mary para curar la resaca y debiendo paliar el hambre con el paquete de pasta que en solitario le saludaba desde su despensa... dio en el clavo. Sí, ¡porque esto está muy bueno!.

Sí, de acuerdo, "es un placer adulto" y no podrás resistirte a la tentación, pero merece la pena. De veras.

Además de combinar pasta y bloody mary o hacer un cóctel comestible, alguien se dio cuenta de lo maravillosamente bien que puede combinar con el sabor salino del marisco. Hay infinidad de recetas que combinan bloody mary con ostras, almejas, berberechos, etc. El resultado es francamente notable y puedes adaptar el molusco a tu bolsillo y a la disponibilidad en el mercado.

Dicho todo esto, vamos al lio. Es una receta muy sencilla, pero tiene un par de trucos que le hacen ganar puntos. No pierdas detalle.

Tagliatelle bloody mary con almejas




Ingredientes (para dos personas):


  • 250 g de tagliatelle (se supone que una ración ideal se mueve entre 75 y 100 gramos, pero en nuestra descarga diré que fue plato único y que no llevaba queso, nata, etc.)
  • Passata di pomodoro (a partir de 500 g de tomates pelados).
  • 1/2 Kg de almejas.
  • Eneldo.
  • 2 chupitos de vodka (del bueno, Russian Standard en mi caso).
  • Salsa Worcestershire.
  • Salsa Tabasco.
  • Sal, pimienta negra y zumo de limón.


Tagliatelle bloody mary con almejas


Elaboración:

1.- Lo primero, porque es lo que más tiempo lleva, es elaborar la passata. Desde que la probé no he vuelto a usar tomate frito en una receta con pasta y si la pruebas, también te pasará.

2.- Con la passata lista y reservada, vamos a proceder con las almejas, que llevarán al menos una hora en remojo en agua con sal. Retira el agua, pon una olla, rondón, cacerola o lo que tengas (siempre que tenga tapa) al fuego muy fuerte. Cuando esté muy caliente, incorpora las almejas, un poco de agua o un chorro de vodka, da igual (luego lo explico) y tapa para que se cocinen al vapor. Espera unos minutos 2-3 (depende del tamaño de las almejas, de lo vivas que estén, de la temperatura que se alcance dentro de la olla, etc) hasta que se abran las almejas. Retira del fuego y retira las que no se hayan abierto. Reserva almejas y el caldillo que se ha formado

3.- Ponemos agua a calentar para hervir la pasta, cuando hierva añade sal y luego la pasta. Cocina el tiempo que diga el fabricante menos un minuto, que ese lo vamos a cocinar dentro de la salsa.

4.- Mientras hierve el agua, nos entretenemos sacando las almejas de sus conchas (esto es voluntario, también puedes servirlas con ella).

5.- En otro fuego ponemos a calentar la passata a fuego medio y a la que incorporamos sal y pimienta al gusto (el mio es poca sal y mucha pimienta), Tabasco al gusto (un buen bloody mary tiene que tener un toque picante) y salsa Worcestershire. También puedes añadir el zumo de medio limón, pero puede que no te guste el toque ácido y un poco del líquido de cocer las almejas. Integramos todo.

6.- Cuando tengamos la pasta al punto, sacamos un cacito del agua de cocción para incorporar a la salsa, escurrimos la pasta y la añadimos a la salsa, En este punto ¡y no antes!, incorporamos el vodka. Removemos todo, apagamos fuego y dejamos reposar un minuto. A la hora de servir añadimos eneldo picado.

Tagliatelle bloody mary con almejas

Consideraciones:

¿Por qué no añadir el vodka antes y dejar que evapore el alcohol como hacemos con el vino o con los lícores tradicionalmente?. Bien, el caso es que el vodka es, simplemente, agua y etanol (agua mineral si el vodka es ruso y agua destilada si es cualquier otro vodka) y si dejamos evaporar el etanol, ¿qué nos queda?, exactamente... agua. Además, si queremos que tenga un recuerdo a Bloody Mary, el vodka debe estar presente. ¿Qué pasa si hay niño o abstemios en la comida?, pues hombre, prepara otra cosa, que anda que no hay para elegir.

Alguno me dirá que le puedo añadir apio, sí claro, pero es que eso va contra mis principios. Sé que hay inconscientes que le añaden apio al bloody mary, incluso alguno dice que le gusta. Hazlo si quieres, pero luego no me vengas diciendo que te sentó mal o algo así.

Si te das cuenta, la receta no lleva queso rallado, digamos que no me lo pide el cuerpo, aunque quizá si pudiera llevar, pangrattato. Pruébalo y me cuentas.

Capitán Rábano

Gastronomía, ocio, viajes, nutrición y buena vida en el más amplio sentido

5 comentarios:

  1. Un buen plato para un buen vino. Excelente receta, un beset

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  2. Ya ves, un plato de estos después de una resaca y te quedas como nuevo. ¡Me encanta Cesar!

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  3. Jajajaja me ha hecho gracia lo de la ración porque yo admito que peso la pasta. Si no, siempre me paso o me quedo corta. Y he optado por meter 75 gramos por cabeza para pastas con enjundia, o 100 si son más escuetas, y arreando xD xD xD Lo del bloody mary... mmmmm... mola

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  4. jajajaja! estaba echando en falta el apio hasta que en las consideraciones me has recordado tu cruzada contra él. A mi no es que me encante, pero lo tolero. Es más, a veces me tomo un brebaje de apio y cebolla que es la mar de depurativo, sobre todo después de findes de excesos y comidas chorreantes. No creo que tu soportaras tanto apio junto, produciría en ti el mismo efecto que los gremlins con el agua o algo asi

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    1. Más que gremlins... si me das a probar eso, ¡riete tu de Godzilla!

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