Una receta tradicional y muy sencilla para la cual solo necesitas buena materia prima, agua, fuego y algo de tiempo.
Hace unos cuantos días, concretamente el 27 de febrero pasado, realizamos una quedada bloguera en el restaurante Sal de Hielo. Las liantas… quiero decir, las organizadoras, nos pidieron que acudiésemos a la cita con un ingrediente en una bolsita. Yo, inocente de mí, pensé que el ingrediente serviría para sentarnos o ubicarnos en la mesa a modo de mano inocente que saca bolsita y se va sentando el propietario.
Pero eso solo lo pensé yo porque estoy fatal de lo mio. Resulta que lo del ingrediente era para que cada uno sacase una bolsita y tuviese que idear una receta para elaborar con ese ingrediente y publicar hoy mismito. Luz se llevó mis cuatro cutre-rabanitos, espero me perdone mi poca originalidad y el poco glamour que aportamos los rábanos.
A mi me tocó el ingrediente que habían dispuesto Nieves y Elena, las chicas de La cajita de Nieves y Elena, ni más ni menos que el muy hispano “hueso de jamón”.
Pero eso solo lo pensé yo porque estoy fatal de lo mio. Resulta que lo del ingrediente era para que cada uno sacase una bolsita y tuviese que idear una receta para elaborar con ese ingrediente y publicar hoy mismito. Luz se llevó mis cuatro cutre-rabanitos, espero me perdone mi poca originalidad y el poco glamour que aportamos los rábanos.
A mi me tocó el ingrediente que habían dispuesto Nieves y Elena, las chicas de La cajita de Nieves y Elena, ni más ni menos que el muy hispano “hueso de jamón”.
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Elena y Nieves (han invertido el orden), una pareja que hace un gran equipo |
¿Y que se puede hacer con un hueso de jamón?, para comer, me refiero, no hablo de pisapapeles o manualidades gore... Pues se pueden hacer muchas cosas, pero casi todas (por no decir todas) las que se me ocurrieron pasaban por elaborar un caldo con el susodicho ingrediente. Luego ya, a partir de ahí puedes hacer mil cosas, sopas, veloutés para croquetas o algo mucho más loco que sea hispano japo y tenga jengibre, noodles, guisantes, soja, chile, etc… y que te suene a algo que puedas comer en una calle de Singapur rememorando la primera escena de Blade Runner.
Queda pendiente, prometido.
La cosa entonces ya iba de caldo de jamón y llegado a este punto la pregunta era ¿pero de jamón, jamón o de jamón con verduras con su puerro, su zanahoria, etc…?.
Pues por una vez y sin que sirva de precedente decidí empezar por el principio, que es el caldo de jamón puro y duro. Sin más.
Queda pendiente, prometido.
La cosa entonces ya iba de caldo de jamón y llegado a este punto la pregunta era ¿pero de jamón, jamón o de jamón con verduras con su puerro, su zanahoria, etc…?.
Pues por una vez y sin que sirva de precedente decidí empezar por el principio, que es el caldo de jamón puro y duro. Sin más.
Ingredientes:
- Huesos de jamón (con carne alrededor, no me seas rácano).
- Agua.
- Paciencia y una espumadera
Elaboración:
1.- Pocas cosas reseñables en la elaboración. La primera es la necesidad de blanquear los huesos previamente para eliminar impurezas y realizar una suerte de “lavado”. Para ello, pondremos agua a calentar al máximo y cuando rompa a hervir añadimos los huesos para que desprendan impurezas. Retiramos el agua y repetimos la operación. En total dos o tres veces, eso va a depender de la cantidad de impurezas que siga desprendiendo o del estado del jamón.
2.- El siguiente paso es poner una cacerola con agua limpia y los huesos blanqueados y desde frío empezar a calentar hasta que rompa a hervir, luego bajamos al mínimo y esperamos.
3.- ¿Cuanto?, pues va a depender de lo concentrado que quieras el caldo, de la cantidad de agua que hayas puesto (ósea, del ratio agua/huesos) y de lo rápido que se evapore el agua en tu cacerola, lo cual a su vez es función de la temperatura, volumen de agua, altura sobre el nivel del mar… y demás cosas frikis.
4.- No, en serio, dejadlo a fuego mínimo e, importante, desespumarlo, id retirando las impurezas, grasa y espumillas que afloren a la superficie. En mi caso no lo quería muy concentrado, porque lo voy a utilizar en esa sopa asiática que comentaba al principio y por tanto volveré a calentar y cocer alimentos en él.
5.- Una vez terminada la cocción en el punto que os interese (yo estuve casi tres horas al mínimo desespumando y desgrasando constantemente). Retirad los huesos, colad el caldo y dejad enfriar.
6.- Es importante desgrasar el caldo y no solo por una cuestión calórica, sino por puro paladar. Para ello nada más fácil que dejar enfriar el caldo en la nevera y retirar posteriormente la capa de grasa que se habrá formado en la parte superior.
7.- Y por supuesto es muy importante que los huesos que utilices tengan carne adherida, que luego nos va a dar mucho juego (¡croquetas con una velouté de ese caldo!).
Os dejo con una imagen coral del grupo y los enlaces a los blogs de los participantes. La verdad es que es un gran placer participar en estas reuniones y compartir buenos momentos alrededor de una mesa y de nuestra afición común, que no sólo gira en torno a la Gastronomía, sino, lo que es más importante, ¡a hablar de ello!.
Venga, a ver si sabes quién es quién:
Carmen "Tia Alia"
Sofía "Mil ideas mil proyectos".
Marga "Acibechería"
Mar "La cocina de Mar"
Teresa "Casa Tere"
Ïa "El caldero de Nimuë"
Carmen "Rezetas de Carmen"
Rosalía "RossGastronómica"
José Angel "Mirecetario"
Nieves y Elena "La cajita de Nieves y Elena"
Tomás "El saber culinario"
Belén "El toque de Belén"
Teresa "Las recetas de Tere"
Cocha "Cocina y aficiones"
Bea "Sweet cookies by Bea"
Ana "Migas en la mesa"
Victoria "Silencio, se cuece..."
Marisa "Retcéteras"
Y aunque no sale en la foto, está muy presente Idania "El aroma de Idania"
jajaja... lo del rácano no se si lo dices por el que te llevaste pero te juro que intentamos que fuera con un poco de chica lo prometemos jejeje...
ResponderEliminarHas salido muy bien de la encerrona, te felicito por la receta elegida, ¿qué sería de los ricos guisos si no fuera por un buen caldo de jamón? pues na de na...
Y gracias por recordarme que Idania ya se había marchado, la pongo ahora mismo uupppsss!!
Besos y espero nos enredemos en otra pronto.
Nieves
¡NO!, no va por vosotras!!!, jajja.
EliminarNos veremos, seguro!
Creo que se ha borrado mi comentario!
ResponderEliminarJO, pues resumiendo, que mucha gente hace mal un caldo que es la base de media gastronomía española, y que este lo veo perfecto, clarito y rico...
Vaya, que faena y encima tu siempre dices cosas interesantes. Pues sí que quedó clarito, para eso si que hay que estar presente
EliminarAsí es como hacían mi madre y mi abuela los caldos y les salían unos consomés y unas sopas para para chuparse los dedos.
ResponderEliminarMe encanta como lo has explicado. Enhorabuena!!!
Un saludo.
Pues un buen caldo resucita a un muerto!! Estabamos todos deseando ver tu receta, sencilla, y buenísima.
ResponderEliminarbesos,
No hay nada como un buen caldo, yo siempre hago y dejo congelado porque realza el sabor de muchos platos. Nos has dado toda una clase magistral de la cocción y además divertida. ¿Qué más se puede pedir?
ResponderEliminarDeseando estoy de ver la sopa.
Bss
Elena
César, este caldito hay que hacerlo al menos una vez en la vida... porque es largo es largo. Debería llamarse caldo Job, porque paciencia hay que tener. Así pues, mi enhorabuena, porque con lo culo inquieto que eres habrá sido un poco una penitencia... así como de Semana Santa. Unas cachondas mentales las "chicas" liándola con el hueso de jamón. Eso sí, caldito al nivel Charolés, no?
ResponderEliminarJejej... no te creas, la cuestión es estar pendiente e ir desespumando y desgrasando, pero mientas puedes ir haciendo otras cosas: cambiar pañales, preparar cena, entretener niña, dar merienda niña, dar cena niña, acostar niña, preparar papeles hacienda... sí, creo que eso es lo que hice esa tarde
EliminarJajaja, me apunto al comentario de Marisa de el "caldo Job" jajajja. Pero vaya pinta, ¡de ahí a la luna!
ResponderEliminarNo te creas que a mi me pasó igual con los ingredientes, pensé que sería para hacer cualquier otro tipo de cosa, (me imaginaba a Ana vendándonos los ojos y haciéndonos comer el ingrediente en crudo para adivinar lo que era, jajajaja y cosas así) Así que me llevé mis 4 ramitas de orégano fresco de mi huerto, que quedaron más que escasas cuando se reveló el destino final del ingrediente. Pero bueno, al menos Idania le ha echado arte y ha sacado un buen asado de las ramitas de orégano.
Muy rico este caldito César, pero lo que no sé de dónde sacaste el tiempo para estar 3 horas metido en la cocina!!!!!! :D
jejeej... ¡optimizando el tiempo!
EliminarSiempre se aprende algo nuevo en tus post.
ResponderEliminarYo hago caldo concentrado de huesos de jamón ( con chicha, Ehh) para las croquetas del mismo, pero acabo de comprobar que soy del porcentaje de gente que lo hace mal, siempre me queda turbio y opaco.
Fijate que al ver la foto pensé que habías clarificado el caldo con claras de huevo y es mucho más fácil de lo que parece.
Las próximas croquetas de jamón van a ser la caña, esta receta me viene la pelo, gracias mil.
Bss.
Pues no, está sin clarificar, bastó desespumar y desgrasar. Eso sí, no está concentrado, no cambies el tuyo si vas a hacer croquetas!
EliminarHola guapetón,
ResponderEliminarPues lo has tenido fácil: materia prima, paciencia y una silla.
Muchas gracias por la relación que has hecho. Así lo tenemos todo recogidito.
Un besote muy fuerte,
Mar
vaya caldo te has marcado, y eso que con huesos de jamón era una tarea difícil elegir una receta en la que fueran los protagonistas. Ya sabes que me encantan las recetas con cocciones largas, para mimarlas y darles cariño durante horas. Parece que está clarificado, lo has bordado. Chapó
ResponderEliminarQue caldo has hecho mas rico Capitán.
ResponderEliminarA mi no me queda así tan transparente y eso que desespumo y quito la grasa, pero, te lo copiare al pie de la letra a ver si me sale así de bien.
Y me llevo una copita que aquí en Asturias esta nevando y me viene genial ahora para la cena.
Y que me ha encantado conocerte y ponerte cara a esa persona tan simpática que se trasmite a través de la pantalla.
Te mando saludos de mi marido y un beso de mi parte.
Belén
Que rico ese caldito, calentito, despues de muchos tequilas con ese limón rico rico que ya contarás si lo has hecho. La verdad que La Cajita ideó un buen ingrediente. A ese caldito le ponía yo un chorrito de vino tinto, que en mi casa cuando hay sopa siempre hay costumbre de teñir un poco con un rico vino. Encantada de haberte conocido, muchos besos, nos vemos pronto
ResponderEliminarJe... pues no y si no me lo recuerdas tu, pues eso, que ni me acuerdo. Lo haré, seguro.
EliminarMe encantó conocerte y seguro que nos vemos en otras!
Que transparente está ese caldico, menuda paciencia tienes para hacerlo. oye que apenas hablamos en la comida pero mira, tienes un seguidor más ;)
ResponderEliminarAbrazos.
Ese caldo es todo un lujo, espero impaciente la receta de la sopita asiática que nos has prometido, ya quisieran por allí contar con un caldo base de esta categoría!
ResponderEliminarQue pinta más buena tiene ese caldito, y que bien nos vendría en un día lluvioso y destemplado como el de hoy.
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