Cocina de aprovechamiento saludable, sabrosa y vegana con este arroz perfumado.
Confieso que siento un placer especial cuando "pergreño" una receta a base de ingredientes reciclados. No solo por aquello de no tirar nada, sino porque buscar nuevas soluciones a ingredientes que, en principio, iban a ser residuos, me hace sentir una suerte de alquimista de los sabores.
En casa somos muy de hacer gazpachos caseros y cuando trituramos los ingredientes, los colamos, con lo que queda un residuo, principalmente pieles y pepitas, algo así como "all fibra" con el que no sabes que hacer, bueno sí, normalmente tirarlo, porque no sé si le viene bien a las macetas (que por otra parte no forman parte de mi negociado en casa).
En fin, que me gusta buscarle una salida a ese puré de pieles y pepitas que tiene más sabor del que pueda uno imaginarse y ya el año pasado os propuse este "Arrancamoles o Guacarranque" y ahora os traigo otra cosita que implica un bi-reciclaje, o lo que es lo mismo, un reciclaje de lo que "a priori" iban a ser dos sobras, la del gazpacho y un arroz blanco, en este caso de grano largo.
Como otras muchas veces, esto más que una receta es una idea, algo que quiero compartir y que igual os inspira u os repugna, ¡comentad!.
Ingredientes:
- "Detritus de gazpacho".
- Arroz blanco (cocido) de grano largo.
- Cebolleta.
- Chile jalapeño y habanero (puedes usar cualquier guindilla que tengas a mano).
- Sal.
- AOVE.
- Zumo y ralladura de lima.
- Hierbas frescas (hierbabuena, eneldo y salvia, pero prueba con las que quieras).
Elaboración.
1.- Mezcla el "detritus" y el arroz, incorpora la cebolleta picada en brunoise muy fina (esto es para darle textura crujiente a la mezcla), el chile (yo el jalapeño lo pico grueso, me gusta encontrármelo, con el habanero no te lo recomiendo, podría ser mortal), la sal y el zumo de lima. Enfría en la nevera y reserva.
2.- A la hora de servirlo, pica finas las hierbas, ralla una lima e incorpora un poco más de zumo. Mezcla y emplata. Más hierbas y ralladura como para una guerra. Acompaña de una cerveza bien fresquita.
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Dos ingredientes fundamentales en mi cocina |
Que buenísimo que se ve este arroz :-)
ResponderEliminarUn saludito
Pues no me des más ideas!!! El vikingo se enfadaba cuando me veía pasar por el colador el gazpacho para dejarlo fino, porque su conciencia le impide tirar comida, así sea una piel de tomate y una pepita de pepino. Hasta que descubrió la magia de los restos de gazpacho untando un pan, con un trozo de queso o de jamón encima, como aperitivo pre-cena.
ResponderEliminarTomo nota de esta idea, que hoy toca, tengo ya los ingredientes cortados y en una jarra para que asienten, dentro de un rato pongo la thermo en marcha :)
Vaya por delante que pergeñar es un verbo encantador y que se oye poco. Ahora queda ver si el nivel de tolerancia a guardar detritus es posible y comprobar que una pizca de aquí y otra de allá son capaces de liar un plato completamente distinto.. A juzgar por la foto, sí!
ResponderEliminarUna idea muy diferente y se ve muy refrescante, enhorabuena, sigue así, un beso.
ResponderEliminarLAS DELICIAS DE MAYTE
Una idea muy diferente y se ve muy refrescante, enhorabuena, sigue así, un beso.
ResponderEliminarLAS DELICIAS DE MAYTE
Hola!!! Últimamente andamos a en otras labores y estamos que nos se nos ve al pelo!! Hay que ponerle remedio pronto, menos mal que ya se va el verano...aunque ahora toca soportar a los del estrés post-vacacional...ainns!! que cruz! Así nos va
ResponderEliminarTodo lo que sea aprovechamiento bienvenido sea, como idea está genial, una especie de ensalada cargada de sabor, y con hierbas como para una guerra jejejeje!!. A mi es que me gusta el gazpacho rustico, por llamarlo de alguna forma, con todas las pieles y las pepitas. Al igual que el zumo de naranja, colarlo es casi como un sacrilegio!