La gente de Aneto
nos ha retado a probar un nuevo producto, su Tomate frito ecológico,
porque no sólo hace caldos (¡muchos!), sino que se está abriendo a otros
productos, eso sí, siempre con la misma filosofía empresarial según la cual, no
ofrecen al mercado nada que ellos mismos no se comerían, o lo que viene a ser
lo mismo, cocina casera a disposición del consumidor elaborada con métodos
tradicionales a partir de productos naturales y cercanos.
Pues bien, allá
vamos, y que quede claro que éste NO es un post patrocinado, nos
pidieron una opinión crítica y sincera y es la que van a tener.
Ingredientes:
Según el etiquetado,
este tomate frito está elaborado a partir de tomates pelados y
triturados (87,5%), aceites de girasol y oliva, azúcar, ajo,
tomillo y sal. Todos estos ingredientes, con excepción de la sal,
se obtienen de productos de producción ecológica.
No nos indican la
proporción de aceite de girasol y oliva ni tampoco el tipo de éste último.
Aspecto:
Muy logrado, con
colores muy vivos de tomates muy maduros y una textura perfecta, muy trabada y
densa.
Se percibe un
aspecto oleoso que aumenta, lógicamente, con la temperatura y que inicialmente
pensé que se traduciría en un paladar grasiento.
Aroma:
El aroma es
inconfundible, os aseguro que huele a tomate frito casero muy suave.
Sinceramente el ajo para mí ha sido imperceptible y me he tenido que esforzar
mucho para encontrar notas de tomillo.
Paladar:
El sabor es de una
acidez nula, porque se ha corregido totalmente la acidez natural del tomate
y eso es algo que entiendo es muy bueno para el mercado, aunque a mi,
particularmente, me gusta percibir cierta acidez en el tomate, y por eso
cuando lo hago en casa no añado azúcar, pero reconozco que es algo muy
particular y no será la opinión mayoritaria de los consumidores, por lo que lo
cuento como una virtud de cara al mercado.
El aspecto oleoso no
se percibe tanto al paladar, entiendo que por la utilización de aceite de
girasol, además del de oliva y es algo que me sorprendió agradablemente
porque por aspecto me esperaba una sensación más "glicérica".
En boca no percibo
el tomillo, quizá mis papilas no sean lo suficientemente sensibles.
Conclusión:
Un buen producto,
ideal como fondo de despensa y de muy fácil consumo. Su sabor potente, neutro y
su textura uniforme lo hacen ideal para la mayoría de los paladares y de edades
(recuerdo que de niño no me gustaba el tomate frito casero porque siempre había
"tropezones").
Me hubiera gustado
que hubiera más información en el etiquetado, sobre todo en lo referente a la
proporción de aceites utilizados.
Ahora viene una
petición, ¿qué tal un sofrito "con chispa"?, ya me entendéis chicos
de Aneto, ¿con un par de guindillas?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por tomarte la molestia de dejarnos un comentario.
Puedes preguntarnos o comentarnos lo que quieras, que con gusto responderemos lo antes posible. También puedes hacerlo a través del formulario de contacto, en los e-mails de los editores o a través de los perfiles de redes sociales.
Con un par de guindillas se reserva el derecho de eliminar comentarios que contengan publicidad o algún tipo de referencia discriminatoria, intolerante o muestren una falta de respeto hacia editores o lectores del blog.