Hoy no vamos a publicar
ninguna receta.
Tampoco hablaremos de algún
evento, restaurante, vino o cerveza.
No, hoy vamos a hablaros de
una historia sencilla, de barrio, joven y fresca.
Resulta que en el barrio en el
que vivo hay una churrería, como en muchos otros, resulta también que muchas
veces no he comprado churros para desayunar porque, sencillamente, me ha dado
pereza vestirme, bajar, hacer cola y volver a casa con el pedido.
Pues bien, hace unas semanas,
cuando volví a casa del trabajo me encontré en el buzón un anuncio casero en el
que unas chicas anunciaban un servicio a domicilio desde la citada churrería.
El sistema es muy sencillo,
simplemente tienes que hacer un pedido a una dirección de correo electrónico o
a un teléfono móvil, marcar tu comanda, el día y la hora y dos muchachas te lo
llevan a casa con un sobreprecio de 1,5€ que me parece bastante asumible con
tal de no vestirme para bajar a por el chocolate.
Me llamó tanto la atención que
las puse un correo, no para hacer un pedido, sino para pedirles permiso para
hacerles una entrevista ¡y accedieron!.
Así, quedamos en la propia
churrería y Laura y Belén me contaron su historia.
Resulta que estas dos jóvenes,
estudiantes de arte y amigas desde siempre, decidieron embarcarse en un
proyecto destinado inicialmente a recaudar dinero con el que financiarse el
viaje de fin de curso, pero… pero resulta que les ha ido tan bien, que han
decidido mantener esta empresa en el tiempo. Porque sí, porque todo el mundo lo
dice, ¡es tiempo de emprendedores!.
No son familiares ni conocidas
del empresario de la churrería, simplemente se presentaron allí un día y le
contaron el proyecto y este les dio luz verde porque entendió que se abría un
mercado nuevo, el de los perezosos, el de los que quieren dar una sorpresa a su
mujer o el de los que están en casa con una pierna escayolada.
Sólo tienen 16 años y se
sienten muy ilusionadas con su proyecto, entienden que es algo suyo, es su
empresa y su sentido de la responsabilidad y su autoestima se acrecientan cada
vez que reciben un pedido.
Entre risas me cuentan que han
descubierto que los sábados y domingos tienen mañanas y se sienten de maravilla
cuando acaban su jornada a la hora en que antes se levantaban y encima disponen
de un dinero para sus gastos.
Son jóvenes, están
tremendamente ilusionadas. Su sonrisa es contagiosa y a lo mejor os parece que
estoy exagerando, pero creo que este carácter que muestran a una edad tan
temprana se extenderá a lo largo de su vida.
Después de haber hablado con
ellas, de haber bromeado con la posibilidad de diseñar una página web, de
contar en el futuro con una flota de transporte con la que ampliar su ámbito
local e incluso de considerar la posibilidad de hacerse con unas camisetas y
gorras con las que uniformarse y dotarse de una “imagen de marca” estoy seguro
de que tienen un futuro prometedor por delante.
Suerte chicas, el próximo sábado
os hago un pedido ;).
Que bien, ojalá lo hubiese donde yo vivo, algún día estaría bien desayunar unos churros con chocolate sin tener que quitarte el pijama.
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ResponderEliminarEso esta muy bien.
ResponderEliminarNegocios renovandose con ideas nuevas.
Animo y que tengáis mas existo todavía.
Saludos
www.uncocinillaenlacocina.com
Me parece una idea estupenda, me alegra muchísimo que dentro del caos reinante en el mercado laboral, sobre todo en la población más joven, hayan encontrado su huequito... Enhorabuena, suerte y ojalá en mi ciudad, Plasencia, alguien tome nota, por que yo no como churros por no levantarme y vestirme antes de desayunar. Besos
ResponderEliminarPues ne parece una idea genial, desde luego son chicas con un gran potencial y con mucho futuro por delante, cuando es domingo a mi me pasa que me apetecen churros y o los hago yo o acabo con una tostada, porque el vestirme me da pereza, asi que si hubiera algo parecido por mi casa, seguro que lo utilizaría más de un domingo, saludos
ResponderEliminarSofía
Pero que idea más buena. Que chicas más listas, tienen futuro!!!
ResponderEliminarUna idea estupenda. Les propongo otra, con mucho futuro: que abran una churrería en mi barrio, si tienen servicio a domicilio mejor :D (Kontula- barrio sin ley - Helsinki).
ResponderEliminarAdemás sería como hacer una obra de caridad con los necesitados :P