Lo serviremos como un entrante que podemos acompañar con pan de pita y/o crudités. Hará las delicias incluso de los no garbanceros.
Tradicionalmente se elabora
con un mortero, pero nosotros vamos
a utilizar una batidora.
Ingredientes:
- Garbanzos cocidos (400 gr.) y un poco del caldo de cocción, o un bote de garbanzos cocidos de 400 gr. sin el caldo del bote.
- Tahine (pasta de sésamo).
- Zumo de un limón.
- Un diente de ajo (dos si son pequeños, tienen poco sabor o te gusta recordar lo último que comiste).
- AOVE (un buen chorro).
- Cominos.
- Sal y pimienta.
Dificultad: ¡Míííínima!.
Tiempo de elaboración: 15 Minutos (incluye el tiempo
imprescindible para recoger los útiles de elaboración antes de que alguien diga
algo como: "¡Será posible la que has
liado").
Elaboración:
1.-
Pela el ajo y pícalo un poco antes de introducirlo
en el vaso de la batidora.
2.-
Añade los garbanzos cocidos y un poco del caldo de
cocción. Suponiendo que sean caseros, si utilizas garbanzos cocidos en conserva
(como yo), antes ponlos bajo un grifo para eliminar ese caldillo lleno de
coservantes y de aspecto un pelín grimoso.
3.-
Añade el zumo de limón.
4.-
Añade también sal y pimienta y un chorro generoso de aceite de
oliva.
5.-
Ahora, añade una cucharadita pequeña (algo un poco mayor que una miaja,
unidad básica del sistema métrico granaíno) de comino molido. Mejor si es recién molido, en
este caso tritura el comino en grano
en un mortero, tardarás 1 minuto y sabrá mucho mejor.
6.-
A continuación, cubre la mezcla del vaso con tahine.
7.-
Tritura todo con un poco de paciencia, si la mezcla está muy espesa, puedes
añadir un poco de agua, hasta que
quede con una textura muy fina.
8.-
Prueba (con el dedo, como casi siempre) y corrige sal y pimienta.
Presentación:
A mi me gusta presentarlo
extendido en un plato llano y justo antes de servirlo, espolvorear por encima
un poco de pimentón (dulce o picante
al gusto, si queréis, mezclad ambos, aunque aquí nos gusta picante) y añadir
unas gotas de aceite de oliva.
También puedes añadir algún vegetal en la presentación. En el Líbano suelen añadir rabanitos cortados en lonchas muy finas (los rábanos son imprescindibles en nuestra cocina).
Consideraciones:
El Tahine es muy
astringente, tened mucho cuidado y no añadáis en exceso.
El Tahine se encuentra relativamente bien, si no lo encuentras en
grandes superficies puedes acudir a tiendas de alimentación especializadas en
comida árabe.
No sería propio de algunos
países musulmanes, pero bueno, también se elabora en lugares como Grecia y por comunidades cristianas de
países como Líbano o Egipto y por ello me atrevo a decir que
a mi me gusta añadir un poco de vino blanco a la mezcla, un vino oloroso, un
poco para la mezcla y otro para tí.
Insisto en que en esta receta
es perfectamente válido utilizar garbanzos cocidos en conserva, al fin y al
cabo será más barato y rápido, aunque en este caso deberéis lavar bien los
garbanzos y sustituir en la receta el caldo de cocción por agua (y un poco de
vino).
ERES GRANDE CESAR
ResponderEliminar¡que buena pinta¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarPara Anónimo: Estoy de acuerdo, ¡no hay más que verme!,
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