Con el término Ma'amoul, se identifican a unos bollos rellenos o galletas planas con frutos secos tradicionales en todo el Levante del oriente medio. Una receta que trasciende fronteras, culturas y religiones... algo tendrá.
Por Capitán Rábano.
Ya está aquí, ya llegó, un mes más, el #Asaltablogs.
Me apasiona este reto, entre otras muchas cosas, porque me permite aprender; descubrir nuevas recetas, productos, eventos o historias (nuestro caso de hoy). Bea, la autora de Sweet Cookies by Bea, me ha descubierto algo mucho más interesante que una receta, me ha aportado conocimiento y argumentos para sostener el hilo de esta entrada: La comida nos une (sí, vale, no es mio, es el slogan de Canal Cocina, pero me mola en este contexto).
El blog de este mes es eminentemente dulce y por ello tenía a mi disposición una ingente cantidad de recetas galletófilas, tartunofílicas y glucosoadictas. Sé que en otros tiempos podría haberme tirado a por una receta salada (que las hay), habida cuenta de que el dulce no es mi especialidad, pero es que últimamente me invade una sensación kármika, una necesidad de hacer las cosas más fáciles, de un modo más sencillo (mi mujer no se lo traga y sostiene que es pura vaguería). Así que si Bea quiere que su blog hable de galletas, ¡yo hago galletas!.
Pero ojo, ¡no cualquier galleta!, no, unas galletas trascendentes de verdad, unas que traspasan fronteras y religiones.
Todo aquel con el mínimo conocimiento (el necesario para terminar el día, no mucho más) sabe que más allá de religiones y condicionamientos políticos, lo que come la gente tiene mucho que ver con lo que "mejor se da" en un territorio y esto, a su vez; con la tradición, con la sabiduría popular, con los productos autóctonos, etc. Así, con independencia de credos cristianos, musulmanes o judíos, los habitantes del Levante mediterráneo comen, básicamente, los mismos productos e, incluso, comparten tabúes.
Cosa bien distinta es que fuéramos capaces de sentar en la misma mesa a todas estas personas para comer lo mismo... o quizá no.
La receta de hoy, las galletas libanesas o Ma'amoul, son comumes a todos los países, pueblos, religiones, ayuntamientos y familias que habitan la histórica región del Levante mediterráneo. La palabra Ma'amoul es árabe, desconozco su equivalencia en Hebreo o en otras lenguas arcaicas de la región como el Arameo, pero seguro que existen. Pero ojo, la cosa no acaba aquí...
Sí, estas galletas se consumen en estos países en comunidades de diferentes religiones y, lo que es más trascendente, siempre ligadas a un momento de máxima devoción. Constituyen unos de los alimentos más tradicionales en una Januká hebrea, en la Pascua cristiana o en el Ramadán. El relleno de nueces, como es el caso, es típico de las comunidades judías de Líbano y Egipto.
Digamos pues, que la comida ha conseguido proporcionarnos un marco de entendimiento común en una de las zonas más complejas del mundo... en fin, ¡algo tendrán estas galletas!, pues las tres grandes religiones se unen ante un plato de las mismas... a lo mejor habría que pensar alrededor de este concepto.
Y si... ¿y si la respuesta no estuviera flotando en el aire?, ¿y si la respuesta estuviera en la comida?.
Ingredientes:
200 g de mantequilla en pomada
1/2 taza de azúcar glas
2 cucharadas de aroma de azahar
2 tazas de harina.
Para el relleno:
1/2 taza de nueces picadas
1/4 de taza de azúcar glas
1 cucharada de canela molida
(*) Sí, las medidas están en tazas, entendida como una unidad de medida muy sajona y correspondiente a una taza de té de aproximadamente 120 ml.
Elaboración:
1.- Precalentamos el horno a 180º C y empezamos a mezclar el azúcar con la mantequilla hasta lograr una masa homogénea.
2.- Ahora integramos el aroma de azahar y la harina.
3.- Hacemos bolitas con la masa y luego, con el dedo pulgar, aplastamos un poco en el centro para hacer un hueco.
4.- Mezclamos los ingredientes del relleno o cobertura y lo colocamos en el hueco de las galletas.
5.- Ahora al horno, el tiempo va a estar en torno a 15 minutos. Vigilad el tostado que queráis conseguir. Pasadlas luego a una rejilla y a devorar.
Vaya galletitas, se ven exquisitas, me encantan. Un abrazo.
ResponderEliminarRiquísimas estas galletitas.
ResponderEliminarBuen asalto!
Vaya, que ricas!!
ResponderEliminarAlrededor de una mesa y con viandas excelentes cuesta más enfadarse! La cocina libanesa me encanta por sus elaboraciones siempre encaminadas a que los comensales no tengan que preocuparse en trocear, limpiar espinas o encontrar huesitos... está para que puedas comer sin preocupaciones y la charla sea fluida ... y rematada con esos dulces que quitan hierro a los conflictos!
ResponderEliminarBuena elección sayyid.
Gracias morena!.
EliminarBuena apreciación, la comida pensada para que la charla fluya... algo muy sabio
Me ha encantado la reflexión moral más allá de lo culinario. El concepto de que "todos somos uno", más allá de religión y política, que es más brutalmente evidente en la comida y en la música.
ResponderEliminarY al hilo de esta reflexión, una recomendación musical: https://open.spotify.com/track/1clb8Q3LR6ID2jCzNWl8jh aconsejable leer las letras mientras se escucha la canción por primera vez mientras se van dando bocaditos a estas deliciosas galletas de la concordia.
¡Muchas gracias por la recomendación!, la tendré en cuenta ;)
EliminarHola.
ResponderEliminarMe ha encantado tu receta y las cositas que tienes en tu blog. Me quedo por aqui disfrutando de tu cocina. Saludos.
Pues eres bienvenida!
EliminarMe has enamorado con estas galletas, y con la historia que nos cuentas. Ya si me mandas un taper, me haces la mujer más feliz del mundo.
ResponderEliminarMadre mia!!!! yo quiero probarlas ya , a mi me encantan este tipo de dulces. Estas hecho un buen ladronzuelo. Un abrazo.Y Sofia esta bien ?
ResponderEliminarcon algo dulce entre las manos sale una sonrisa de nuestros labios, olvidandonos de los conflictos y quebraderos de cabeza, por eso siempre que se celebre algo es con algo dulce disfrutando. Desde que te conocí, por mucho que en su momento fueras reacio sabía que tarde o temprano ibas a hornear alguna rica galleta, para cuando te vea prometo hacer unas galletitas para tu pequeño dulce tesoro(peppa, dora, princise, patrulla...)Encantada de pasar por aqui y ver esta delicia de entrada, besos
ResponderEliminarGracias Bea, me ha encantado esta receta
EliminarQué ricas deben estar con ese relleno de nueces. Ideales para tomar con un te calentito.
ResponderEliminarBuena pinta la de estas galletas,normal que traspasen fronteras.Yo este mes me sali de mi ruta dulce y robé una ensalada.besinos
ResponderEliminarQue ricas!!! Tiene una pinta deliciosa, de esas galletas que empiezas y no puedes parar de picar. Un saludo.
ResponderEliminarSe las acabo de ver a Juanan y he pensado: Dónde estaban?? QUe no las ví??? Con lo que me gusta el aroma de azahar flotando por la casa y que los vecinos se mueran de envidia... Ummm, tienen que estar deliciosas!!
ResponderEliminarQue ricas esas galletas
ResponderEliminarUn beso
La primera vez que comí ma'amul fue en una casa palestina, en una fiesta en que las mujeres de la casa cocinaron una gran cantidad de comida para los brigadistas que habíamos ido a pasar unos días con ellos. Luego las comí en un mercado judío de la ciudad, y también las hace la abuela libanesa de un antiguo compañero de curro. Todas diferentes, y todas compartiendo la esencia...
ResponderEliminarEl aspecto que tiene es inmejorable, seguro que comerlas será un placer!! apuntadas quedan. Bs.
ResponderEliminarMe ha encantado todo, la reflexión, las fotos y por supuesto las galletas que me apunto para prepararlas.
ResponderEliminarBesos
Me ha encantado la descripción que has hecho, todos los días se aprenden cosas nuevas. Las galletas espectaculares. Gran asalto. Kissess
ResponderEliminarque pinta tienen más buena...creo que puedo imaginar su sabor y me apetecen mucho...me llevo media docena, para la merienda..jejejej
ResponderEliminarenhorabuena por el asalto, un besote!!
Esta receta me la he guardado en mi lista de pendientes porque me enamoraron nada más verlas, así que viendo lo estupenda que ten quedado ya no tengo ninguna excusa. Enhorabuena!!!
ResponderEliminarPues si, la verdad es que todos tendríamos que haber hecho galletas jajaja... en honor al nombre del blog :-)
ResponderEliminarTienen una pinta estupenda, me encantan y a estas horas no me importaría comerme un par de ellas (de galletas, no de guindillas jajajaja)
Besos
Nieves
Nos has dado una explicación genial, la comida es cultura!!!
ResponderEliminarQue bien olería tu casa cuando las horneaste....el azahar y la canela juntas me encantan!!!
Un bst.
Uala!! Qué rico, me encanta tu filosofía para la cocina y además con un sabor y aspecto exquisito.
ResponderEliminarGracias!!
Besitos :)
Menuda introducción para estas deliciosas galletas. No estaría nada mal juntar a todos los que comentas alrededor de una mesa llena de cosas tan ricas como estas galletas. Seguro que la situación mejoraba al momento ¿quién va a querer pelear teniendo dulces en la mano? ;).
ResponderEliminarBesos
Deben estar riquísimas, nada mas ver los ingredientes y seguro que son de vicio. No conocia este tipo de galletas, tendré que probarlas.
ResponderEliminarFelicidades por el asalto.
Besos.
Qué cosa más rica, nunca las he probado pero con esos ingredientes tienen que ser deliciosas. Un beso!
ResponderEliminarQué razón con eso de que "la comida nos une". Al fin y al cabo es lo más básico que tenemos, pero al mismo tiempo lo más importante a nivel cultural, pues los platos típicos nos hablan de la historia de ese pueblo y sus costumbres.
ResponderEliminarY estas galletas son un ejemplo estupendo.
Ni Blanco Ni en Botella
¡Hola otra vez!
ResponderEliminarMe alegra verte de nuevo en el concurso bloguero.
Te dejé el postre en la blogoteca.
SaluDOS en este Dos del Dos.
Estupenda receta y excelente disertación. Me entran ganas de hacer unas cuantas y mandárselas a Trump y a otros políticos a ver si se endulzan un poco.
ResponderEliminarMe ha gustado todo! La historia, tu relato, las fotos y las galletas! Tutto tutto! Y que buenas deben estar no? Buen asalto!
ResponderEliminarPues no sé si la respuesta estará en estas galletas, pero lo que sí sé es que la cara de felicidad al comerlas tiene que ser más o menos la misma, de eso estoy segura.
ResponderEliminarMe encanta la combinación de frutos secos, la cocina libanesa estoy descubriéndola ahora y me parece deliciosa.
Gran botín, Capitán.
Te entiendo perfectamente, a mi también Bea me inspiro galletas, tu a Liban yo a Italia, todos somos uno. Besos.
ResponderEliminarEstupendas galletitas! Gracias
ResponderEliminarQue ricasestas galletas, muy interesantes!
ResponderEliminarLove is in the air, así que la respuesta a todo si está en la comida, pero eso se sabe de siempre; de otra forma serían imposibles las comidas familiares, con sus pequeñas batallas internas, estrategias, intrigas, traiciones y falsas sonrisas. Pero todo de buen rollito, claro.
Besos y abrazos.
Uaaau! madre mía, tengo que probarlas. Ni las vi en el blog de Bea, pero me las apunto a la de ya! muaaaks
ResponderEliminarGenial el toque de azahar!
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