Una vinagreta es una emulsión que tiene como ingrediente principal un ácido, normalmente vinagre, pero que podemos sustituir por zumos, en este caso de maracuyá.
Lo primero que hay que decir de esta receta es que es una vinagreta aunque no lleve vinagre, aunque sí el ácido propio del zumo de maracuyá.
Lo segundo es que considero que se trata de una vinagreta muy saludable, pues el ingrediente principal es la pulpa de maracuyá, no lleva vinagre y muy poco aceite y a cambio obtenemos mucha potencia. Un sabor que te sorprenderá, con toques agridulces muy potentes y que son ideales no sólo para aliñar ensaladas, sino pescados a la parrilla o cualquier cosa que se te ocurra.
Se trata de calentar y emulsionar todos los ingredientes, partiendo de agua y pulpa de maracuyá, la nota interesante es que no he utilizado agua normal, sino la que ha resultado de rallar tomates y por tanto aporta el aroma, el dulzor y la acidez propia del tomate, que queda muy bien con el maracuyá.
Tanto ácido se contrarresta con miel, que además de dulzor aporta textura, un medio para amalgamar los demás ingredientes.
Vamos al lío.
Ingredientes para unos 125 ml:
- Pulpa de un maracuyá.
- Agua de rallar dos tomates.
- Una cuchara de miel.
- Una cuchara de aceite de oliva virgen extra.
- Pimienta rosa (5 ó 6).
- Sal al gusto.
Elaboración:
1.- Extraemos la pulpa, esto es sencillísimo, si está bien madura, sale sola. Ponemos un cazo a fuego medio e incorporamos la pulpa y el agua de los tomates (en su lugar podemos poner agua sola).
2.- Cuando comience a calentarse incluimos la pimienta rosa, la miel y finalmente el aceite, que dejaremos caer poco a poco mientras vamos batiendo con unas varillas (por cierto, si queréis saber más de la pimienta rosa, os recomiendo esta entrada).
3.- Dejamos reducir dos o tres minutos y seguimos batiendo de vez en cuando. Apagamos el fuego, incorporamos sal y comprobamos el punto.
4.- Yo la dejo así, porque me gusta el "crunch", ósea, el punto crujiente que aportan las semillas de maracuyá, pero si quieres puedes utilizar la batidora y luego colar la vinagreta para que quede más uniforme y "aterciopelada"
Una vinagreta estupenda y super original, perfecta para el concurso de Aderezos y Aliños.
ResponderEliminarEl maracuya seguro que le da el punto dulce y ácido que tiene esa fruta, me anoto lo del agua de tomate, una idea genial.
Buena semana.
Excelente viangreta, seguro que en todos los platos que se utilicen deben de estar de rechupete, un saludo
ResponderEliminarQue original , me ha encantado esta vinagreta sin vinagre, un beso!
ResponderEliminarOye pues me gusta mucho, el maracuyá me encanta aunque me es bastante difícil encontrarlo por aquí. Hace años, en un viaje por la zona amazónica (muy momento selva) los probamos y no tienen nada que ver con los que hay por aquí. Alli es oro y nada asequible para los lugareños, recuerdo que la chica que nos hacia el transfer en las fronteras nos decía que todo el maracuyá iba para hoteles y exportación...una pena.Con respecto al agua de tomate me parece una idea genial, fresquita y con sabor puro.
ResponderEliminarMe ha encantado y ya está. Tienes razón, a mí también me parece muy saludable por el maracuyá, sin vinagre.
ResponderEliminarUn abrazo