Falsa lasaña de calabacín

Receta de inspiración italiana que reúne todas las virtudes de su cocina: Buenos productos, sencillez, colorido y sabor, mucho sabor a base de humildes y sanos ingredientes.


Se trata de elaborar uno de esos platos sencillos, sabrosos, con sensaciones saludables y el típico colorido de las recetas transalpinas. Diría más, del sur de Italia.

La idea de Pendiente de Diagnosticar es simple, se trata de elaborar una falsa lasaña en la que las capas, en lugar de pasta, vienen dadas por láminas de calabacín. Por otro lado, la receta es muy versátil, por ejemplo, se puede hacer vegetariana simplemente eliminando la mortadela de la lista de ingredientes.


Falsa lasaña de calabacín

¿Y con qué lo acompañamos?, pues yo apuesto por un tinto joven o, mejor aún, un buen rosado. En este caso un vino provenzal, ¿por qué?, por sus aires mediterráneos y porque me apetecía comentar una cosa: el hecho de que desde hace algún tiempo hay unos cuantos rosados, principalmente en Rioja y Cataluña, que están haciendo vinos al estilo tradicional provenzal, ósea, muy pálidos, muy frescos y de trago muy sencillo. La paradoja se produce porque en su lugar de influencia, la Provenza, la tendencia es ir elaborando rosados más oscuros y con mucho más cuerpo. Como el que os mostramos en las imágenes.

¿Siempre por detrás?.



Ingredientes:


  • Un calabacín grande.
  • Mortadela italiana (optativo y prescindible si quieres hacerlo vegetariano).
  • Queso parmesano.
  • Scamorza ahumado.
  • Albahaca fresca.
  • Tomates maduros o un bote tomate triturado.
  • Orégano, sal, pimienta, AOVE y vino blanco.
  • Cebolleta y un diente de ajo.



1.- Cortamos el calabacín en finas láminas longitudinales y se pasan por la plancha con un poco de aceite. 

2.- Hacemos un sofrito con el ajo, la cebolleta y los tomates maduros (o el tomate triturado). Salpimentamos y en el último momento añadimos orégano (Podemos añadir azúcar para reducir acidez).

3.- En una fuente de horno, se alternan las láminas de calabacín, con salsa de tomate, rebanadas de scamorza, mortadela italiana, hojas de albahaca y parmesano rallado. Repetimos la secuencia como lo haríamos con una lasaña. Cubrimos con parmesano rallado y horneamos unos 15 minutos a unos 180ºC. 


Falsa lasaña de calabacín

Lo indudablemente cierto es que la cocina italiana nos proporciona "Un centro de gravedad permanente".

Capitán Rábano

Gastronomía, ocio, viajes, nutrición y buena vida en el más amplio sentido

7 comentarios:

  1. Bon día Capi ,te diré que hace poco estuve por La Provenza y me sorprendieron esos rosados con tan poco color y cuerpo y para mi sorpresa después los probé por La Rioja ,bueno ,no es que no me gusten para el verano están correctos.
    No sabia la nueva tendencia de los franceses de hacerlos con un poco más de cuerpo , vamos ,como los hacemos aquí ,en mi caso los prefiero ,creo que acompañan mejor cualquier plato y época.
    A ver si encuentro tu recomendación.
    Dejando el vinito, el plato que nos enseñas es una delicia , yo me lo apunto con la mortadela bolognesa que nos encanta.
    Es una combinación de lujo y hay que probarla.
    Un besito y buen jueves por ahí.
    Lourdes

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    1. Los rosados pálidos han sido sinónimo de provenzales y de amplia difusión mundial, por ello, muchos enólogos franceses han sido fichados por bodegas españolas. Pero resulta que el rosado está viviendo uno de sus mejores momentos de consumo mundial (salvo en España, que vamos al revés), motivo por el cual los franceses han decidido ampliar su oferta.
      Yo creo que hay un vino para cada momento.
      Un besazo.

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  2. Qué curioso lo de la mortadela, muy interesante! Y sí, en Provenza los vinos empiezan a tener más arte, a mí me gustan más. En Provenza hay unos vinos muy buenos, últimamente. ¿Cambias tu querida Alsacia por la Provenza? jejeje. Bueno, siempre puedes tener dos casas y dos viñedos.
    Un beso!

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    1. Jo, no cambio ninguna por la otra, deben ser muy diferentes. Algún día será riquísimo y tendré una casa en Alsacia con su viñedo de gewürztraminer, pero de vez en cuando bajaré al sol de la provenza.
      ¡Buen finde!

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  3. Compartimos ese gusto por la gastronomía italiana. A mí cada día me gusta más. Me alegra desde que pienso qué cocinar... Los colores, los sabores, la sencillez, la falta de artificiosidad... Y, claro, las lasañas me encantan, incluso las falsas.
    Por cierto, y en cuanto al vino, a mí me gustan los rosados, pero que no me sepan a jarabe. Últimamente todos los rosados me saben a polos de fresa y me da yuyu... Recomiéndame algunos que no sean de sacar ojos, anda... ;)
    Besitosssssss

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    1. Cierto, se han pasado tres pueblos con los rosados que saben a gominolas y cosas así... a mi me gusta mucho, pero que mucho, un rosado gaditano, Barba Azul, me parece un vinazo. También me gusta mucho Tombú, aunque tiene cierto rollo gominola y bueno, el Grifo canario creo que no está nada mal.
      Buen fnde Laura

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  4. Hace años que uso calabacín o berenjena para la lasaña, porque no tomo pasta por las noches y de vez en cuando una lasaña ligerita va bien como cena. También se puede alternar con jamón de pavo, o con zanahoria en láminas, aunque montar las capas es ciertamente un poco más entretenido :D

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